He pasado los dos últimos días en Louisville junto con mi colaboradora de confianza de la Alianza, Elizabeth Wiebe, preparando el terreno para la VII Cumbre (11-13 de mayo de 2011). Nos fuimos llenos de entusiasmo y seguros de que no podría haber un lugar mejor para la Cumbre del año que viene.
Louisville es una ciudad preciosa y estará en plena forma a mediados de la primavera, una semana después del Derby de Kentucky (afortunadamente, sin las multitudes.) Mientras tanto, las instalaciones de la Southeast Christian Church son nada menos que increíbles. Además, se puede llegar fácilmente a la zona por carretera desde innumerables ciudades del sur y del medio oeste, y también por avión.
Sin embargo, hay un factor mucho más convincente que cualquiera de los demás. Henry Blackaby exhorta: "Busca dónde está trabajando Dios y únete a Él allí". En el cuidado de huérfanos, la región de Louisville ciertamente encaja en esa descripción. Las iglesias de la ciudad y sus alrededores están a la vanguardia de la conmoción que se está produciendo en todo el país a medida que los cristianos responden a la llamada de Dios para "defender a los huérfanos". La comunidad está llena de energía para este trabajo, desde grandes congregaciones como Southeast Christian Church y Highview Baptist, a una amplia red de pequeñas iglesias en todo el sur de Indiana, a la Alianza de Cuidado de Huérfanos en toda la región, a todo lo que Russell Moore está haciendo fuera de SBTS.
Lo mejor de todo es que estas iglesias y muchas otras se están apropiando personalmente de la VII Cumbre. No sólo será un acontecimiento de alcance nacional e impacto mundial. También será una conferencia verdaderamente arraigada en la iglesia local. Estamos muy contentos de unir a este equipo local con los voluntarios que vienen de todo el país para hacer de la Cumbre todo lo que puede ser.
Elizabeth y yo regresamos ahora a nuestras respectivas oficinas en nuestras respectivas costas (DC y CA), pero nos vamos renovados por el tiempo pasado con tan notables amigos, nuevos y viejos. También estamos más emocionados que nunca por todo lo que Dios ya está haciendo en la zona, y por todo lo que sucederá cuando nosotros (¡y ustedes!) nos reunamos con Él allí el próximo mes de mayo.