Un viaje a los huérfanos de padre

By Jedd Medefind on marzo 30, 2012

Cuando Larry Bergeron me preguntó si escribiría la introducción de su libro, Viaje a los huérfanos de padre Supe inmediatamente que diría "sí". Aún no había leído el libro, pero conocía a Larry. Sus años de fiel labor en favor de los huérfanos, su corazón de siervo al que parece no importarle quién se lleva el mérito con tal de que se haga el trabajo, la mezcla de fuerza y dulzura en su forma de dirigir... todo ello hace de él el tipo de hombre del que quiero aprender.

Tal vez lo que más me ha impresionado es la forma en que he visto a Larry trabajar para hacer crecer el movimiento de atención a los huérfanos a través de la Alianza, sin preocuparse apenas de si su organización obtiene una amplia "visibilidad" o "retribución" como resultado de sus esfuerzos. Su atención no se centra sólo en su pequeño reino, sino en el Reino. (La organización que dirige Larry, A Child's Hope InternacionalEn 2011, en el marco del "Domingo de los huérfanos", la Alianza organizó un ejército de voluntarios que prepararon y enviaron miles de paquetes de alimentos para "La mesa de los huérfanos", todo ello sin coste alguno para la Alianza).

Para alegría de Larry -y mía también- por fin ha llegado el libro de Larry. Desde la hermosa portada hasta el contenido rico y práctico, es otra contribución de primera clase de Larry al creciente movimiento de cuidado de huérfanos. Sospecho que se le dará un gran uso en los próximos años, desde la preparación de sermones para pastores hasta debates en grupos pequeños y orientación para los líderes de los ministerios eclesiásticos de cuidado de huérfanos. (También vale la pena señalar que hay una Guía de discusión para grupos pequeños. Además, todos los beneficios se destinarán a apoyar el cuidado de los huérfanos).

Más información Viaje a los huérfanos de padre y pida un ejemplar en Amazon o, aún mejor, AQUÍ. Le animo a que adquiera el libro sin más preámbulos. Pero si quieres echar un vistazo a la Introducción, aquí la tienes:

Viaje a los huérfanos de padre: INTRODUCCIÓN

En cierto modo, un viaje hacia los huérfanos es como cualquier viaje. Comienza con un pequeño paso, luego otro. Los resultados, cuando llegan, son en su mayoría el subproducto de una larga obediencia en la misma dirección. No suena ninguna banda sonora triunfal de fondo, y las victorias más significativas suelen pasar desapercibidas. Las experiencias a lo largo del camino son a veces dolorosas; otras, simplemente pedestres.

Pero en última instancia, esta empresa demuestra ser un camino sin igual, que conduce a una profundidad y un propósito que no se pueden encontrar en un campo de golf o en un spa de día.

Veo una y otra vez una simple verdad revelada por las familias adoptivas, los padres de acogida y aquellos que sacrificadamente apoyan y sirven a los huérfanos de padre en todo el mundo:  el amor por los huérfanos transforma.  Una sola persona solidaria puede cambiar la vida de un niño para siempre. Pero no sólo cambia el huérfano. También nosotros cambiamos. Amar al huérfano nos lleva de una religión encorvada y centrada en nosotros mismos a una fe vigorosa y creciente. Toda una comunidad eclesial puede elevarse al ver cómo se desarrolla esto en su seno. A partir de ahí, se extiende a un mundo que puede observar, quizá por primera vez, la historia del Evangelio hecha visible.

Le advertimos. El coste de cualquier expedición que merezca la pena puede ser elevado.

Me he encontrado con muchos idealistas, en otro tiempo vibrantes, desde la ONU hasta el ministerio cristiano, que han cedido a la desilusión y el cinismo. Porque la necesidad de los huérfanos de nuestro mundo es tan grande como el desierto del Sahara. Sólo sus estadísticas pueden dejarnos insensibles. Mientras tanto, el dolor y el quebrantamiento que encontramos en el camino son vertiginosos en su profundidad y complejidad. Si sólo nos motiva el deber, la culpa o el idealismo, es poco probable que perseveremos.

Sólo hay una fuente que puede sostenernos a través de este desierto con la esperanza y la gracia intactas. Es amor. No el amor que nace simplemente de la compasión, sino el amor que surge en una respuesta llena de asombro a un Amor mucho más grande: la profundidad y la anchura, la longitud y el aliento del corazón de Dios que se entrega. Esto, y sólo esto, nos llevará a través del calor, la arena y el viento abrasador del gran dolor de nuestro mundo.

Vemos este amor no sólo en que Dios nos ha llamado a "defender la causa de los huérfanos", sino en que Él nos ha defendido. No sólo en que nos manda "visitar a los huérfanos en sus tribulaciones", sino en que nos ha visitado en las nuestras. No sólo que nos invita a poner a los solitarios en familias, sino que nos ha puesto en la suya.

En efecto, amamos porque Él nos amó primero.

Abastecidos por esta fuente, nosotros puede llegar hasta el final. Incluso cuando la curación de un niño adoptado se convierte en una gran lucha. Incluso cuando la joven de acogida que hemos tutelado se ve arrastrada de nuevo al trágico ciclo de su educación. Incluso cuando cada niño rescatado de las calles parece ser sustituido por dos más. Porque sabemos que el amor implacable de Dios continúa también después de nosotros. Y no vemos en los costes que soportamos más que un humilde reflejo del coste que Dios soportó para viajar hasta nosotros.

A medida que perseveramos, descubrimos la verdad más maravillosa de todas. En última instancia, un viaje a los huérfanos es un viaje al corazón de Dios.

Larry Bergeron lo sabe por experiencia. Brilla en sus ojos y resplandece en su trabajo diario. Y a través de sus palabras, nos ayuda a prepararnos para este viaje, una aventura de dificultad y belleza sin parangón que no nos dejará a nosotros ni al mundo sin cambios.

Si ése es su deseo, aventúrese...

Manténgase conectado con noticias e historias de impacto en su bandeja de entrada

Español