Filantropía catalizadora

By Jedd Medefind on septiembre 23, 2009

Un artículo de la Stanford Social Innovation Review presenta un concepto que denomina "Filantropía catalizadora." El artículo insta a los donantes filantrópicos a considerar que, a veces, el mejor vehículo para su dinero y energía pueden no ser las organizaciones sin ánimo de lucro existentes. En su lugar, deberían considerar la posibilidad de solicitar todos de sus activos -talento, ideas y esfuerzo, además de financiación- a causas que les interesan. Hay mucho que cuestionar y afirmar en esta tesis. Pero para los líderes de los ministerios de huérfanos y otras organizaciones sin ánimo de lucro, la filantropía catalizadora no tiene por qué ser una amenaza a la que resistirse, sino una visión que aprovechar.

La conclusión es que la mayoría de los donantes filantrópicos adquirieron su riqueza a través de una creatividad, una experiencia y una innovación notables. Todas las organizaciones sin ánimo de lucro, incluso las mejores, podrían beneficiarse enormemente de estas capacidades, quizá incluso más que del dinero de un donante. No es el momento de paralizarse por miedo a que los donantes innovadores empiecen a invertir su dinero en sus propias iniciativas. Es el momento de que los líderes de las organizaciones sin ánimo de lucro creen oportunidades para que los donantes y otras personas con talento participen no sólo con dinero, sino también aplicando sus otros activos únicos. Por supuesto, esto es mucho más fácil de decir que de hacer. Pero es probable que las repercusiones lleguen lejos y sean profundas: para un ministerio eficaz, un compromiso sólido de los simpatizantes y mucho más.

Curiosamente, el artículo también es un sólido argumento a favor de las alianzas intersectoriales que ayudan a organizaciones sin ánimo de lucro que de otro modo serían "competitivas" a unirse en iniciativas coordinadas. Esto describe perfectamente el papel de la Christian Alliance for Orphans, desde iniciativas como Orphan Sunday hasta las numerosas asociaciones que se están creando entre las organizaciones miembros:

A pesar de sus esfuerzos, a menudo heroicos, estas organizaciones se enfrentan a graves limitaciones. Cada organización sin ánimo de lucro funciona por su cuenta, aplicando las estrategias que considera mejores, sin la infraestructura necesaria para aprender de las mejores prácticas de las demás, ni la influencia necesaria para influir en el gobierno, ni la escala necesaria para lograr una repercusión nacional... La colaboración en todo el sector es casi imposible, ya que cada organización sin ánimo de lucro compite por la financiación intentando convencer a los donantes de que su enfoque es mejor que el de cualquier otra organización que se ocupe del mismo problema...Construir alianzas que creen las condiciones necesarias para que surja y se afiance una solución es una tarea muy distinta... La reforma sistémica requiere una campaña incesante e interminable que galvanice la atención de las numerosas partes interesadas y unifique sus esfuerzos en torno a la consecución de un objetivo común.

Encuentra el artículo completo aquí.

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