La cuestión de los hogares de acogida, a la vanguardia de la libertad religiosa en Estados Unidos

By Christian Alliance for Orphans on octubre 12, 2011

El acogimiento familiar y la adopción de jóvenes en régimen de acogida se sitúan cada vez más en el centro de los intensos debates sobre la libertad religiosa en Estados Unidos. Nuestro amigo Stanley Carlson Theis dirige la Institutional Religious Freedom Alliance (IRFA), y escribe sobre estos temas de forma elocuente. He aquí dos extractos de su última publicación.

De nuevo: Las agencias de adopción religiosas de Virginia, amenazadas

Las agencias privadas de adopción y acogida de Virginia, al contratar familias y colocar niños, no pueden discriminar por motivos de raza, color y origen nacional. La ley permite a las personas (homosexuales o no) adoptar o ser padres de acogida. Si en un posible hogar de acogida o adoptivo hay una pareja casada, las normas piden a la agencia que evalúe la solidez del matrimonio. Y la ley permite que una agencia confesional privada tenga en cuenta la religión a la hora de trabajar con las familias, y no prohíbe a ninguna agencia especializarse en familias no religiosas.

Estas normas no satisficieron al anterior gobierno (Tim Kaine, demócrata). En su lugar, patrocinó una nueva redacción de la normativa para prohibir a todas las agencias privadas la "discriminación" por motivos de "raza, color, sexo, nacionalidad, edad, religión, convicciones políticas, orientación sexual, discapacidad o situación familiar". Ya no se podría valorar la religión, ni el comportamiento sexual, ni la formación de la familia. La normativa se aplicaría a todas las agencias privadas de adopción y acogida, como condición para obtener la licencia (es decir, tanto si contratan con el Estado como si no).

Las organizaciones religiosas y otras protestaron ante el departamento de servicios sociales cuando se abrió el periodo de comentarios sobre la normativa, y protestaron también ante el nuevo gobernador (el republicano Bob McDonnell). La radical norma antidiscriminatoria fue suprimida.

Pero los activistas se han acogido ahora a una disposición de la normativa estatal sobre cambios normativos para forzar de nuevo la apertura del periodo de comentarios públicos. Esperan una avalancha de comentarios exigiendo que el Estado prohíba a las agencias confesionales "discriminar" por motivos de orientación sexual y religión en sus servicios de acogida y adopción, con la esperanza de presionar al gobernador y al departamento para que anulen las normas vigentes. Sin embargo, sería contraproducente obligar a las agencias confesionales a cerrar con el pretexto de ampliar el número de familias que aceptan niños en acogida o adopción.

 

Illinois expulsa a las organizaciones religiosas de acogida de menores
El gobernador de Illinois y el Departamento de Servicios para la Infancia y la Familia insisten: las normas antidiscriminatorias del estado relativas a la orientación sexual y el estado civil/unión civil prevalecen sobre la protección constitucional de la libertad religiosa y la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa del estado, que pretende proteger el libre ejercicio de la religión.

En primer lugar, el DCFS comunicó a las agencias de Caridades Católicas que dejaría de contratarlas para prestar servicios de acogida (un tribunal detuvo temporalmente la retirada de contratos y luego dejó que el DCFS siguiera adelante; se van a emprender más acciones judiciales). Y ahora el DCFS ha despojado a la Agencia Evangélica para la Infancia y la Familia de su contrato para prestar servicios de acogida. (Prácticamente todos los servicios de acogida del estado se prestan mediante contrato con el gobierno estatal).

¿Por qué dar la vuelta a los acuerdos de acogimiento familiar, alterando relaciones contractuales de larga duración y los exitosos registros de contratación y colocación de estas agencias religiosas? No porque, de otro modo, los homosexuales o las parejas de hecho de Illinois se quedarían al margen si quisieran cualificarse como hogares de acogida. Todo el mundo admite que hay un montón de agencias más que felices de servirles. No, los contratos han tenido que ser retirados porque el gobierno insiste en que no se debe permitir a ninguna agencia privada ejercer su convicción religiosa de que lo mejor es que un niño en acogida sea acogido por una familia formada por un padre y una madre casados..... Para el gobierno, tal convicción expresa una mera discriminación injusta y no puede tolerarse.

Harán falta legisladores valientes para elaborar una solución que permita al Estado respetar las convicciones religiosas en los servicios de acogida al mismo tiempo que intenta proteger a las personas y parejas homosexuales de una discriminación injusta.

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