Al igual que en otros estados, la aplicación de una nueva ley de Illinois niega a las agencias de acogida cristianas el derecho a tomar decisiones sobre la colocación de niños, como hacían en el pasado. Anteriormente, las agencias cristianas que deseaban colocar a los niños sólo con parejas casadas eran libres de remitir a parejas no casadas o gays a otras agencias. La nueva ley prohíbe esta práctica de libertad de conciencia a cualquier agencia que tenga un contrato con el Estado. Al menos una agencia -la diócesis católica de Rockford- se ha visto obligada por la ley a elegir entre sus convicciones religiosas y la continuidad de los servicios que ha prestado durante años. La diócesis atiende actualmente a unos 2.300 de los 15.000 niños del sistema de acogida.
El aspecto más escalofriante de esta nueva ley es que el Estado parece tan dispuesto a pisotear la libertad religiosa de las organizaciones cristianas de calidad. Es una negación de la misma tolerancia que la nueva ley pretende promover. La verdadera tolerancia permitiría el pluralismo y la diversidad, permitiendo a las organizaciones religiosas seguir siendo coherentes con sus convicciones religiosas.
El Miami Herald informa sobre esta cuestión en un artículo publicado hoy. Un reciente artículo de opinión de Tricia Fox, directora general de Caridades Católicas de Peoria, sostiene que la exención debe ser para proteger el libre ejercicio de las convicciones religiosas en "Civil Unions and Faith-Based Agency Rights Can Co-exist", (Las uniones civiles y los derechos de las agencias religiosas pueden coexistir).
El boletín actual de la Alianza Institucional para la Libertad Religiosa-que ofrece un enorme liderazgo de pensamiento en la identificación y la lucha contra las amenazas a la libertad religiosa- ofrece una ventana más a esfuerzos similares que están arraigando en todo el país y en el Congreso.