¿Qué es lo más importante? Manifiesto CAFO2018

By Jedd Medefind on febrero 6, 2018

3-beautiful-lush-grape-vineyard-in-the-morning-sun-and-mist-andy-dean

La gran bendición de nuestra era es también su gran maldición: opciones ilimitadas.

Manifiesto? Suena grandilocuente, y aquí no somos mucho de eso. Pero la profundidad del problema exige algo de peso. Así que aquí están, humildemente ofrecidas, las reflexiones sobre lo que puede ser el mayor dilema al que nos enfrentamos hoy en día... y dónde podría encontrarse la solución.

Lo sentimos casi siempre, ese tira y afloja en todas direcciones. A veces las posibilidades brillan: ¿Una nueva aplicación genial para mi teléfono? ¿Un nuevo restaurante? ¿Un nuevo plan de fitness? Otras, nos abruman. ¿Qué colegio es mejor para los niños? ¿Sería mejor otra iglesia? ¿Deberíamos añadir otro programa en el trabajo? Y por debajo de todo, la ansiedad susurra todo lo que podríamos perdernos si alguna vez decimos que no.

Desde las estanterías de los supermercados hasta Internet, pasando por los deportes juveniles o el entretenimiento nocturno, vivimos inundados de opciones.

Estas oportunidades no esperan a que las encontremos. Nos persiguen con implacables pitidos, joyas y vallas publicitarias. Hace cuarenta años, el habitante medio de una ciudad se encontraba con entre 500 y 2.000 anuncios al día; ahora esa cifra supera los 5.000.

Incluso los asuntos de peso nos abruman con posibilidades. ¿Con quién casarse? ¿Dónde vivir? ¿Qué trabajo buscar?

El antiguo eslogan de Arco describe nuestra forma de vida, demasiadas cosas buenas.

Ante todo esto, nuestra atención se fragmenta. Nuestras vidas se fraccionan. Nuestras energías se disipan en todas direcciones, como el mercurio vertido sobre una mesa. El trabajo que valoramos recibe una atención parcial. Las personas que amamos reciben una atención parcial. Reina la distracción.

Vivir en este estado corroe todo lo bueno. Destruye la intimidad. Nos roba la gratitud. Nos hace ineficaces.

Para amar y dirigir bien se requiere todo lo contrario de esta fragmentación. La vida verdaderamente buena surge de la sinceridad. Exige concentración. Insiste en que estemos plenamente presentes.

Todo esto comienza con una sola pregunta: "¿Qué es lo que más importa?"

Si no podemos responder a esta pregunta, nos aferraremos a cualquier posibilidad. Nos agarraremos y nos aferraremos. El miedo a arrepentirnos nos impedirá cerrar ninguna puerta.

Pero cuando cultivamos el sentido de lo que más importa -incluso imperfectamente- empezamos a soltarnos. Podemos elegir una cosa y no otras. Podemos podar sin remordimientos.

"...Todo sarmiento que da fruto, lo poda, para que dé aún más fruto". -Juan 15:3

Es la única forma de simplificar nuestras sobrecargadas vidas. Es el único medio de centrar organizaciones sobrecargadas. Es nuestra única esperanza de cambiar la ansiedad por la atención y la distracción por la calma.

No se trata sólo de una práctica para retiros anuales y planes estratégicos. Es una postura que da forma a cada día. Cuando comprendemos lo que más importa para este momento, podemos entregarnos a esa única tarea, a esa única conversación, a esa única experiencia. Y con el tiempo, no sólo nuestra alma se vuelve más tranquila y alegre. Vemos mayores consecuencias de nuestro liderazgo, más frutos buenos también en la vida de los demás.

Buscar lo que más importa es primero una cuestión de nuestro propósito último. Consideramos lo que valoraremos cuando miremos hacia atrás en esta vida desde el final. ¿Qué es lo que más importa para la eternidad?

Pero esa pregunta nos cambiará poco si no podemos responderla por hoy - en medio de nuestros ritmos habituales y nuestro trabajo diario. De todas las cosas que podría hacer, ¿qué es lo más importante ahora? Qué pequeñas decisiones marcarán la mayor diferencia...

  • ¿En sanar la mente y el corazón de un niño que se ha enfrentado a un trauma?
  • ¿Para recaudar fondos y comunicar nuestra historia?
  • ¿En alimentar a una familia multirracial que prospera?
  • En la construcción de un ministerio de la iglesia que va a durar?
  • ¿En mantener un alma vibrante en medio del dolor que encontramos a diario?
  • ¿En asociación con la iglesia local en todo el mundo?

Estas preguntas, y muchas otras similares, nos las haremos y trataremos de responder juntos en CAFO2018.

Todas las sesiones del CAFO2018 nos ayudarán a responder a esta gran pregunta... y a tomar las pequeñas decisiones que marcan la diferencia en nuestro trabajo diario.

Y nuestra oración es que lo que descubramos nos dé libertad. Libertad para podar sin remordimientos. Libertad para dirigir y amar de forma muy diferente. Libertad para vivir de todo corazón... con mayor concentración... más plenamente presentes.

Para la eternidad y para hoy.

*Imagen de Bellas Artes América

Manténgase conectado con noticias e historias de impacto en su bandeja de entrada

Español