Como se observa a menudo en este blog, muchos de los grandes males del mundo están entrelazados con los problemas de la orfandad. Uno de los ejemplos más estremecedores es la intersección entre la trata de seres humanos y la orfandad. La fría y dura realidad es que un niño que carece de un proveedor y protector es el objetivo ideal para los traficantes. La vulnerabilidad y necesidad de un huérfano lo convierte en la víctima perfecta, desde la prostitución forzada hasta el trabajo esclavo.
Destacar este problema entraña cierto riesgo. La trata de seres humanos es el mal en su forma más atroz. Tiene una carga emocional increíble. Por eso, a veces puede ahogar cuestiones más sutiles, pero igual de importantes, relacionadas con los huérfanos. Es posible que nos impacten tanto las repetidas historias de esclavitud sexual que perdamos el sentido del dolor por el niño huérfano que, aunque no está esclavizado, llora por la noche sin nadie que le consuele.
También existe el peligro de que, como ocurre con cualquier causa, centrarnos en la trata se convierta sobre todo en nosotros mismos y en nuestra "pasión por la justicia". Este es siempre un peligro especial cuando se adopta una causa que -aunque tremendamente convincente como tema- rara vez requiere sacrificios por nuestra parte en el día a día. A veces, podemos caer en la tentación de tomar esas banderas en parte para "marcarnos" como partidarios de una causa popular. El verdadero trabajo por la justicia es largo, duro y, en la mayoría de los casos, poco conocido. Si nos sentimos atraídos por causas que no lo son, quizá deberíamos cuestionarnos nuestros motivos. Los retos y las alegrías de, por ejemplo, ser mentor de un joven en acogida, son mucho más significativos que "gustar" de causas en Facebook o llevar camisetas con temas de justicia.
Pero, en última instancia, éstas no son razones para rehuir abordar de frente los problemas de la trata. Sí, es sólo una faceta de lo que significa cuidar de los huérfanos. Pero cuando emprendemos la lucha contra el tráfico de huérfanos y otros niños vulnerables, reflejamos el corazón del Dios que se describe a sí mismo como el defensor de los huérfanos.
El seminario web del Ministerio de Huérfanos de la Iglesia Alianza de este mes exploró este tema, destacando tanto el mal vicioso de la trata como la forma en que los cristianos comunes y las iglesias pueden participar. Woodman Valley Chapel fue la anfitriona del seminario y Tom Davis nuestro experto presentador. Puede acceder al audio y al vídeo de este seminario web, junto con todos los demás, en el sitio web de la Alianza aquí. O míralo a continuación...
Se busca ayuda: Proteger a los huérfanos de la trata de seres humanos de Christian Alliance for Orphans en Vimeo.