Cerca del final de la película de Pixar, Buscando a NemoNemo, nuestro simpático pez payaso, se enfrenta a otra crisis cuando su nueva amiga, Dory, es arrastrada con cientos de atunes en una red de pesca gigante. En un hermoso intercambio, Nemo le dice a su padre (con el que acaba de reunirse) que sabe lo que tiene que hacer. Marlin, que lucha contra los efectos de traumas pasados, permite a regañadientes que su hijo entre en acción. Juntos ordenan a todos los peces de la red que "naden hacia abajo". La presión descendente de miles de atunes nadando al unísono comienza a desgarrar las redes que los atan. Es sólo cuestión de instantes que esta gigantesca masa de atunes (y Dory) se abran paso hacia la libertad.
Cuando se trata de grandes problemas, las soluciones reales y duraderas requieren que todos vayan en la misma dirección.
Cuando se trata del acogimiento familiar en Estados Unidos, la mayoría de los defensores de nuestras comunidades y los profesionales de nuestras oficinas de condado empiezan con una dirección clara: quieren ver a los niños a salvo y a las familias restablecidas. Sin embargo, con el tiempo, las redes de la burocracia, la impotencia, la necesidad abrumadora y los recursos limitados hacen que nos sintamos atrapados. Al final nos conformamos con cambios graduales y esperamos "sólo un poco mejor". Es fácil perder de vista lo que significaría tener familias listas para esperar a los niños en lugar de niños esperando a las familias.
Pero, lo cierto es que tenemos alguna pequeña idea de cómo es eso. En el mundo de la adopción, es bien sabido que hay extensas listas de espera de familias que esperan a bebés sanos. Aunque esto es difícil y frustrante para los futuros padres que esperan, cuando se trata de niños que necesitan familias, es exactamente lo que deberíamos desear. Es mejor un adulto que espera ansioso que un niño que se siente indeseado. Es mejor contar con un gran número de padres entre los que elegir la pareja perfecta que conformarse con la siguiente persona que conteste al teléfono.
Cuando se trata de niños en hogares de acogida, rezo para que muy pronto llegue un día en el que el país esté lleno de adultos frustrados y ansiosos que esperan con impaciencia el privilegio y la oportunidad de querer a una niña de 9 años durante unos meses mientras su madre termina la rehabilitación o la oportunidad de adoptar y deleitarse con un chico de 14 años con autismo al que le encanta jugar con pajitas o ser mentor de un chico de 17 años que tiene buenas razones para creer que los adultos son unos mentirosos pero sigue dispuesto a dejar que uno le lleve a tomar un helado una vez a la semana.
Cuando los miembros de la Iglesia están dispuestos a amar a las personas que sufren, nos convertimos en la encarnación de un Salvador que saltó del cielo a un comedero de animales para exponerse a la lepra, ser ridiculizado por los poderosos y soportar los abusos de aquellos a quienes vino a amar.
Se nos ha ordenado amar a los niños vulnerables. Entonces, ¿cómo se ve cuando el pueblo de Dios escucha uno de Sus mandamientos y su respuesta es exagerada?
En Éxodo 35, Moisés transmite a los israelitas el mensaje de que Dios les ha ordenado traer los suministros necesarios para construir el tabernáculo. Esto incluía regalos de oro, plata y bronce, hilo y lino fino, pelo de cabra y pieles de carnero, madera de acacia, aceite de oliva, especias, incienso, piedras de ónice y otras gemas. No sólo eso, sino que también ordenó a todos los que tuvieran habilidad que colaboraran y crearan todo: la tienda y su cubierta, el arca con sus postes y la cubierta expiatoria, la cortina que la protege, la mesa, el candelabro y las lámparas, el altar, la cortina para la puerta de entrada al tabernáculo, el altar de los holocaustos, la pila de bronce, las cortinas del atrio, las estacas para el tabernáculo y sus cuerdas, y las vestiduras tejidas que llevaban los que servían en el santuario. La lista es larga.
Se trataba de una empresa compleja y costosa en la que todos debían participar. El pasaje describe la respuesta del pueblo a esta orden con todo lujo de detalles, pero se puede resumir en Éxodo 35:21:
"todos los que quisieron y les movió el corazón vinieron y trajeron una ofrenda al Señor para la obra de la tienda de reunión, para todo su servicio y para las vestiduras sagradas".
Todos trajeron lo que podían dar de buena gana. Los que tenían cosas trajeron cosas. Los que tenían habilidades aportaron habilidades. Y cuando todos pusieron de su parte, mira lo que pasó:
Recibieron de Moisés todas las ofrendas que los israelitas habían traído para llevar a cabo la obra de construcción del santuario. Y el pueblo siguió trayendo ofrendas voluntarias mañana tras mañana. Entonces todos los obreros especializados que estaban haciendo todo el trabajo en el santuario dejaron lo que estaban haciendo y le dijeron a Moisés: "El pueblo está trayendo más que suficiente para hacer el trabajo que el Señor ordenó que se hiciera." Entonces Moisés dio una orden y enviaron esta palabra por todo el campamento: "Ningún hombre o mujer debe hacer otra cosa como ofrenda para el santuario". Y así el pueblo se abstuvo de traer más, porque lo que ya tenían era más que suficiente para hacer todo el trabajo. - Éxodo 35:4-7 (énfasis añadido)
Lo que el pueblo de Dios hizo aquí fue simplemente reflejar algo en el carácter mismo de Dios: Una capacidad y una voluntad (tal vez incluso una compulsión) de proporcionar más que suficiente. Servimos a un Dios al que, por la razón que sea, le gusta dar más de sí.
Cuando los israelitas vagaban por el desierto en busca de comida, Dios les proporcionó maná. Él no proveyó "no lo suficiente". No proveyó "justo lo suficiente". Él proveyó "más que suficiente".
Cuando Jesús organizó un almuerzo improvisado para 5000 en la ladera de una colina, Él no proveyó "no lo suficiente". No proveyó "justo lo suficiente". Él proveyó "más que suficiente".
Cuando Jesús se encontró con unos pescadores cansados que habían estado fuera toda la noche y no habían pescado nada, les dijo que echaran las redes al otro lado. No les dio "no lo suficiente". Él no proveyó "justo lo suficiente". Él proveyó "más que suficiente".
Creo que servimos a un Dios que desea proveer a los niños y familias que sufren de la misma manera. Él no proveerá "no lo suficiente". No proveerá "sólo lo suficiente". Él proveerá "más que suficiente".
Esto nos lleva a preguntarnos qué significa "More Than Enough" en la acogida de menores. Creemos que se parece a cuatro cosas:
- Más que suficiente familias de acogida y de parentesco para que cada niño tenga una colocación ideal
- Más que suficiente familias adoptivas por cada niño en espera de adopción
- Más que suficiente ayuda para familias biológicas tratando de estabilizar y reunificar
- Más que suficiente apoyo integral de la iglesia para familias de acogida, de parentesco, adoptivas y biológicas
Para el defensor cristiano del acogimiento familiar, creo que rezar y luchar por "más que suficiente" en cada uno de los 3.142 condados del país es nuestra versión de "nadar hacia abajo". Hará falta que tú y otros trabajéis juntos en tu condado para hacer lo mismo. Es nuestro grito de guerra y cuando elegimos esto como nuestro destino y vamos allí juntos, grandes cosas sucederán.
Nada hacia abajo.