Los Estados recurren cada vez más a las iglesias para ayudar a los jóvenes en régimen de acogida

By Jedd Medefind on octubre 31, 2011

Hace unas semanas, hablé con un hombre que trabajaba con el sistema de acogida de Maine. Me explicó que el gobierno del estado estaba haciendo grandes esfuerzos para colaborar con las iglesias en la búsqueda de hogares de acogida para los niños. Aunque el gobierno de Maine no era conocido por ser especialmente acogedor con las organizaciones religiosas en el pasado, una combinación de problemas presupuestarios y una creciente concienciación sobre la voluntad de las iglesias de participar estaba abriendo las puertas a asociaciones que el estado no había considerado anteriormente.

El canal de televisión News6 de Tulsa informó la semana pasada de una noticia similar en Oklahoma. La versión en línea de la cobertura se titula, El DHS pide ayuda a las iglesias del condado de Green. Comienza así: "Miles de niños de Oklahoma necesitan un hogar, pero no hay camas suficientes para albergarlos. Por eso, el Departamento de Servicios Humanos de Oklahoma recurre a la comunidad religiosa para llenar ese vacío". Aunque Oklahoma lleva años cultivando activamente la colaboración con grupos religiosos, su nueva iniciativa de acogimiento familiar lleva las cosas a un nuevo nivel de esfuerzo centrado en encontrar hogares para los niños.

Un artículo publicado hoy en el Topeka Capital Journal informa de que Kansas está tratando de avanzar en la misma dirección. Robert Siedlecki, Secretario del Departamento de Servicios Sociales y de Rehabilitación, está haciendo especial hincapié en la colaboración con las iglesias para encontrar hogares a los niños del sistema de acogida estatal. Como informa el artículo, "Siedlecki quiere que las iglesias se asocien con las familias que adoptan a un niño. Juntos, dijo, una congregación podría criar a un niño o niña desafiante que de otro modo podría permanecer en hogares de acogida hasta la edad adulta. Hay 800 niños en adopción en el estado".

De Maine a Oklahoma, pasando por Kansas, algo se está moviendo. Una combinación de restricciones fiscales y el compromiso visible de las iglesias en la acogida de menores está creando oportunidades como nunca antes para que los cristianos sean la respuesta a las profundas necesidades del sistema de acogida. ¿Seguiremos estando a la altura de las circunstancias? Todo lo que veo sugiere que sí.

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