Un buen amigo y miembro del Consejo Asesor del Ministerio de Huérfanos de la Alianza, Johnny Carr, publica hoy un artículo de opinión sobre los huérfanos etíopes en el Washington Post.
El artículo destaca la enorme necesidad, advirtiendo que "el futuro de los niños de Etiopía se encamina hacia una crisis de proporciones épicas si no se toman medidas mensurables e inmediatas". Pero junto a esta vasta necesidad, el artículo subraya dónde reside también la esperanza: no en las grandes instituciones, sino en las familias individuales y la iglesia local.
El artículo describe un nuevo proyecto de Bethany Christian Services para atender a los huérfanos en el país. Como muchas de las mejores iniciativas de atención a huérfanos de las organizaciones miembros de la Alianza, ésta se centra en las iglesias locales. Como describe el artículo, "se trata de relaciones de uno a uno; esencialmente, la iglesia estadounidense proporciona la financiación necesaria para la acogida y el socio etíope inspira a sus miembros para ayudar a encontrar familias y desarrollar comunidades locales afectuosas. Las dos iglesias coordinan sus esfuerzos de forma simbiótica, trabajando no sólo en cuestiones de adopción, sino también en cualquier otro proyecto misionero que deseen."
Si este proyecto tiene éxito, añadirá un modelo vital más a la creciente gama de asociaciones entre iglesias que pueden aprovecharse para abordar la crisis mundial de los huérfanos de una manera que esté centrada en la familia y sea vendible. En mi opinión, la respuesta centrada en la iglesia local proporciona no sólo la mejor, sino también la sólouna verdadera promesa de solución a las necesidades de los huérfanos de todo el mundo.