En la última edición de Capitol Commentary se publicó un magnífico artículo de Mark Andreas titulado ¿Toda la vida en lugar de provida? El artículo describe cuidadosamente lo que debería ser el vínculo inseparable entre la convicción provida y el compromiso cristiano con la adopción, el cuidado de los huérfanos y el apoyo práctico a los padres biológicos... y pide más de ello. Marc es padre adoptivo y un buen amigo, y también dirige las comunicaciones del miembro de la Alianza Bethany Christian Services, volcando diariamente su energía en la visión que describe.
Aunque afirmaría que el término "provida" sigue siendo importante, la esencia del argumento de Marc me parece acertada. La defensa de la vida inocente contra la destrucción es la primera implicación de cualquier "ética de la vida", pero tal compromiso debería ser siempre inseparable del amor y la ayuda práctica a los niños, al matrimonio y a los padres en todas las etapas de la vida. Cuando los cristianos dan un paso al frente para adoptar, acoger y cuidar a los niños y a los padres de muchas maneras, demuestran lo que significa realmente Pro-Vida... o "Toda la Vida". Demostramos que nuestra motivación para oponernos al aborto no es una mera búsqueda de una victoria política, sino un verdadero anhelo por la integridad y la salud de las mujeres, los niños y toda la sociedad.