En el ajetreo de todas las cosas que conlleva dirigir e implementar ministerios, uno de los componentes más importantes, aunque a menudo pasado por alto, del liderazgo ministerial es establecer un mensaje claro y coherente. ¿Qué vamos a decir? ¿Cómo vamos a decirlo? ¿Por qué vamos a decirlo así? ¿Con qué frecuencia? ¿Quién tiene que decirlo?
Se trata de cuestiones cruciales que deben suscitar el interés de un líder ministerial o de un equipo de liderazgo. Si no estamos diciendo las cosas correctas de las maneras correctas en los momentos correctos, nuestra planificación y eventos y calendarios pueden estar bien organizados, pero nuestra gente será mucho menos propensa a participar en ellos.
Este folleto le ayudará a elaborar un mensaje que inspire y motive a su iglesia a ocuparse de los niños y las familias vulnerables.
